SARRO DENTAL: CAUSAS, SÍNTOMAS Y TRATAMIENTOS
Todos sabemos que el “sarro dental” es esa sustancia dura que se deposita en los dientes y que, para eliminarlo, debemos ir al dentista anualmente para someternos a una limpieza dental.
El sarro es muy mencionado, aparece en los anuncios de pasta de dientes y colutorios, pero, ¿realmente sabemos lo que es?. Vamos a explicar qué es realmente el sarro, cómo se genera y qué consecuencias puede traer si no se elimina adecuadamente y en el momento necesario.
¿QUÉ ES EL SARRO DENTAL Y CÓMO SE FORMA?
El sarro dental, también conocido como cálculo dental, no aparece de la nada, sino que se forma a partir de un proceso. Todo comienza cuando los restos de comida se depositan sobre las superficies dentales y, junto con las bacterias presentes en nuestra boca, forman la placa dental. Esta placa es una sustancia blanda y blanquecina que, aunque no es fácil de ver, se puede eliminar con un buen cepillado.
Sin embargo, debido a que es pegajosa, tiende a adherirse en los bordes entre los dientes y las encías, que es su sitio favorito. Esta zona suele pasar desapercibida al cepillarnos, lo que favorece la acumulación de placa y, por tanto, la formación del sarro.
Si no eliminamos la placa dental mediante una limpieza mecánica adecuada (es decir, cepillado dental y no solo enjuague), esta placa se endurecerá debido a la calcificación producida por los minerales presentes en nuestra saliva, como el fosfato y el calcio. Este es el momento en que se forma el sarro o cálculo dental, una sustancia mineral dura que es imposible de eliminar con el cepillado diario en casa.
TIPOS DE SARRO DENTAL
Sarro supragingival: se forma por encima de la línea de las encías y es el tipo de sarro más común. Puede observarse a simple vista y suele presentarse como una capa amarillenta o marrón en la base de los dientes.
Sarro subgingival: se forma debajo de la línea de las encías y es más difícil de detectar, ya que se encuentra oculto en el surco gingival. Este tipo de sarro es más peligroso, ya que puede causar enfermedad periodontal y la pérdida de los dientes si no se trata a tiempo.
TRATAMIENTO PARA ELIMINAR EL SARRO DENTAL
En la mayoría de los casos, las personas acuden al dentista anualmente para someterse a una limpieza dental. Este tratamiento es sencillo y tiene una duración aproximada de media hora. Se utiliza un dispositivo llamado «punta ultrasónica» o «ultrasonido«. Aunque la punta parece un «garfio» porque se curva para poder rodear el cuello de los dientes, su vibración ultrasónica hace que el sarro se despegue de la superficie de los dientes. La limpieza dental concluye con el uso de un cepillo o copa abrillantadora, que funciona como un microcepillo eléctrico para dejar los dientes suaves y brillantes.
Este es el procedimiento para eliminar el sarro que se encuentra sobre la encía, es decir, que es visible, por lo tanto, lo denominamos supra-gingival. Sin embargo, si no se realiza la limpieza anualmente y dejamos pasar el tiempo, el sarro sigue formándose y puede llegar a cubrir casi toda la superficie del diente. Además, también se forma sarro por debajo de la encía: aquí es donde encontramos el sarro sub-gingival, que es más peligroso porque puede causar problemas.
¿QUÉ PASA SI NO SE ELIMINA EL SARRO DENTAL A TIEMPO?
Es importante recordar que el sarro o cálculo dental es una acumulación de minerales que se forma en los dientes. Sin embargo, este sarro no es inofensivo, ya que puede convertirse en un andamio perfecto para que las bacterias y restos de comida se adhieran a él. Esto puede provocar una inflamación de las encías y sangrado, que es el primer síntoma de la enfermedad periodontal.
Las bacterias son muy astutas y prefieren esconderse en lugares profundos entre el diente y la encía, donde el sarro subgingival facilita su proliferación. En casos extremos, la infección puede afectar a los tejidos que sostienen los dientes, lo que puede provocar la secreción de pus por las encías.
Por lo tanto, es fundamental mantener una buena higiene bucal y visitar al dentista regularmente para prevenir la acumulación de sarro y evitar la aparición de enfermedades periodontales. De esta forma, se pueden prevenir complicaciones graves y mantener una sonrisa saludable.
CONSEJOS PARA DETECTAR EL CÁLCULO DENTAL
Un truco para detectar la acumulación de placa o sarro es pasando hilo dental en los dientes delanteros, especialmente en los incisivos inferiores. Si el hilo no baja hasta la encía o sangra fácilmente al pasarlo, es posible que tengamos un exceso de placa o sarro en nuestros dientes.
Es importante tener en cuenta que hay dos zonas donde el sarro dental tiende a acumularse más: en los incisivos inferiores, en la parte interna, y también en las muelas superiores, tanto del lado derecho como del izquierdo. Si se observa en el espejo del baño un depósito grisáceo o pardo en los dientes o un borde de ese mismo color en la base de los mismos, es muy probable que se trate de sarro.
Ante esta situación, es esencial acudir al dentista para una limpieza profesional y mantener así una buena salud bucal. No esperes a que el sarro o la placa dental causen problemas en tus encías o dientes, toma medidas preventivas y visita regularmente a tu odontólogo para evitar futuros problemas dentales.
Otro signo fácilmente distinguible que indica la presencia de problemas en las encías es su coloración. Al mirar en un espejo y retirar el labio inferior hacia abajo, si las encías no tienen un tono rosa pálido, es necesario prestar atención. Las encías con un tono rosa fuerte, amoratonadas y que parecen sangrar con facilidad son un signo de que es necesario acudir al dentista.
Además, el sangrado de las encías al cepillarnos debe ser considerado como el primer signo de alarma que nos indique la necesidad de visitar al dentista, ya que no es normal que las encías sangren, por más que se cepillen. Es fundamental tomar medidas preventivas y acudir al dentista ante cualquier signo de alerta para mantener una buena salud bucal.
CONCLUSIONES
La visita anual al odontólogo es esencial para mantener una buena salud dental. Como se dice comúnmente, la prevención es la mejor forma de tratamiento. Sin embargo, es importante destacar que la frecuencia de las limpiezas dentales puede variar según la persona. Algunas personas pueden necesitar una limpieza anual, mientras que otras pueden requerir dos al año.
Existen varios factores que pueden influir en la formación de sarro dental, como el pH de la saliva, la alimentación, el tabaquismo, la anatomía dental (por ejemplo, personas con dientes apiñados tienen una mayor tendencia a desarrollar sarro) y, sobre todo, los hábitos de higiene oral. Cuanto mejor sea la higiene oral, menos probabilidad habrá de que se forme sarro. Además, el uso regular del hilo dental también es fundamental para prevenir su acumulación.
Por lo tanto, es importante seguir una buena rutina de higiene oral y acudir regularmente al odontólogo para prevenir la formación de sarro dental y evitar la aparición de enfermedades periodontales que puedan afectar la salud bucal.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS MÁS GRAVES DEL SARRO DENTAL?
Las piezas dentales afectadas llegan a tener movilidad, incluso pueden caerse sin que la persona tenga dolor. Por ello es tan peligrosa la periodontitis, porque no duele.
¿CÓMO SE LIMPIA ESTE SARRO POR DEBAJO DE LAS ENCÍAS?
El tratamiento sigue siendo limpiar, pero como está debajo de la encía, se debe hacer con anestesia: limpiaremos con diferentes instrumentos para dejar la raíz de los dientes y el hueso de sostén limpios y sin sarro. ¿Duele? No, en absoluto, empleamos anestesia y para limpiar toda la boca, lo hacemos en 3 citas diferentes para que al paciente no se le haga pesado.
¿DUELE EL CURETAJE O LA LIMPIEZA DE SARRO DENTAL?
No, en absoluto, empleamos anestesia y para limpiar toda la boca, lo hacemos en 3 citas diferentes para que al paciente no se le haga pesado.
¿CÓMO EVITAMOS QUE NOS SALGA SARRO?
La pregunta de cómo evitar la formación de sarro es frecuente en nuestro día a día. Aunque hay factores que no podemos controlar, como el pH salival o la anatomía dental, sí podemos tomar medidas para reducir su formación.
Por ejemplo, no fumar, alinear los dientes para facilitar su limpieza y, sobre todo, mantener una buena higiene dental: cepillar los dientes de 2 a 3 veces al día, haciendo especial hincapié en la zona diente-encía, y usar hilo dental diariamente para eliminar los restos de comida atrapados entre los dientes. Y no olvidemos que una visita anual al dentista es fundamental para detectar el sarro a tiempo.