PRIMERA VISITA AL DENTISTA INFANTIL: CONSEJOS PROFESIONALES
Hoy en día, todos sabemos que los bebés deben acudir periódicamente a su pediatra, pero lo que no está claro, es cuándo deben ir por primera vez al dentista. Han sido numerosos los estudios e investigaciones llevadas a cabo por las principales asociaciones de odontología pediátrica, y se ha llegado a la conclusión, de que la primera visita al dentista debe ser durante el primer año de vida del bebé. Así lo defiende la Academia Americana de Odontopediatría, que es, por así decirlo, la que manda en este mundo de la odontología para los niños.
LA IMPORTANCIA DEL CUIDADO DENTAL EN LOS PRIMEROS DIENTES DEL BEBÉ
En los últimos estudios, se ha demostrado que lo mejor es usar directamente el cepillo dental infantil en cuanto sale el primer diente. El dedal de silicona está bien, pero es mejor el cepillo dental manual. Hay que usar pasta dental con flúor, en proporción de 1000ppm o más. Que el etiquetado no nos engañe, hay que ver la concentración de flúor, escrito en pequeñito y por detrás. Estas pastas de dientes con alta concentración de flúor no son tóxicas, hay que saber usarlas en la cantidad adecuada.
Muchas mamás me dicen que no pueden cepillarles porque el niño llora, grita, no quiere que le cepillen… Vamos a dejar algo claro: que no le guste, no significa que le esté causando un trauma. Tampoco les gusta el cambio de pañal o que les corten las uñas, y eso no les produce un trauma. Los hábitos de higiene se construyen con constancia y son esenciales para su salud, la cual es responsabilidad de los padres. Paciencia y constancia, el niño se acaba acostumbrando a que papá o mamá les cepille los dientes. Una de las consecuencias de no cepillar los dientes en bebés, es que cuando llegan a los 4-5 años, tienen sarro infantil.
¿QUÉ ES EL SARRO INFANTIL Y CÓMO PREVENIRLO EN LOS NIÑOS?
Es la calcificación o endurecimiento de restos de comida y bacterias que se pega sobre los dientes, cerca de la encía. Se forma en superficies próximas a las glándulas salivales y que además son difíciles de limpiar, como por ejemplo, los dientes inferiores por detrás, o bien en la parte exterior de las muelas superiores. Es más frecuente en niños que:
- Tienen una saliva con pH más básico, esto lo marca la genética.
- Respiran por la boca o tienen pobre tono muscular (hipotonía, músculos con poca fuerza), y por eso, la lengua descansa siempre abajo. Esa postura de boca entreabierta, ocasiona que se forme una piscina de saliva debajo de la lengua, en permanente contacto con los dientes inferiores.
- Usan prolongadamente chupete.
- Se soluciona con una limpieza y mejorando la higiene bucal.
DESPEDIDA TEMPRANA DEL CHUPETE
Lo recomendado es que el chupete se deje de usar, máximo, a los 2 años de edad. En casos donde el niño lo utiliza más tiempo, incluso hasta los 5 o 6 años hemos llegado a ver, estamos causando un grave problema en el desarrollo de su hueso maxilar y de su mandíbula, ya que cuando el niño cierre la boca, sus dientes de delante de arriba no van a contactar con los de abajo: tiene una mordida abierta. Es uno de los problemas más difíciles de resolver, y en muchos casos se ve agravado porque al niño se le quita el chupete y empieza a chuparse el dedo… Estos casos hay que diagnosticarlos a tiempo y comenzar a tratarlos cuanto antes, porque no se resuelven por sí solos.
9 CONSEJOS PARA LA PRIMERA VISITA DENTAL DE UN NIÑO
- Elige un dentista acostumbrado a tratar bebés y niños; el profesional no solamente debe tener empatía y experiencia, sino un ambiente adecuado, que permita el juego y ayude al niño a reducir su ansiedad.
- Repetimos: llévalo antes de que cumpla su primer año de vida. Puedes pensar que son muy pequeños, pero es lo ideal, ya que estamos creando el hábito y familiarizarlo con el que va a ser su hogar dental.
- Cuéntale y anticípale qué va a suceder: explícale que es muy importante ir al dentista porque tiene que contar sus dientes, ver si están limpitos.
- Juega con él al dentista: ábrele tu boca y deja que te la mire, y luego al revés. A través del juego es como más aprenden.
- Relájate: si estás nerviosa, tu hijo también tendrá motivos para estarlo. Tu actitud y tu calma durante la visita serán clave.
- Aunque te de pena que tu bebé llore, ¡no te preocupes!. No está siendo ningún trauma: no sentirá daño alguno. Estás ayudando a que tu hijo tenga una boca sana desde la infancia hasta la edad adulta. Los comienzos no son fáciles, pero valdrá la pena.
- Cepillo dental primeros dientes: cabezal pequeño pero ancho, cerdas de nylon suaves, terminación plana (sin curva), mango fácil de sujetar, de colores para hacerlo atractivo, y siempre con pasta con flúor de 1000, 1100 o 1450ppm. Levantar el labio superior y bajar el labio superior para que el borde encía-diente se quede limpio. Cepillar con cepillo desde que sale el primer diente. No saben escupir hasta los 3-4 años, pero no pasa nada porque ponemos una pequeña cantidad de pasta.
- Hilo dental: en cuanto el niño tiene las muelas “juntitas” a los 4 años. Hay que pasar hilo dental antes del cepillado cada noche.
- Primera cita: durante el primer año de vida. No es fácil, pero los beneficios superan con creces esos segundos difíciles (el niño llora, grita…) Crear buenos hábitos y rutinas desde pequeños, marca la diferencia.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿ES RECOMENDABLE LLEVAR AL BEBÉ AL DENTISTA DURANTE SU PRIMER AÑO DE VIDA?
Si, ya que los primeros dientes salen a los 6 meses aproximadamente, y se ha demostrado que es la edad ideal para introducir al bebé en el mundo del cuidado bucal.
¿ES ADECUADO TRATAR A UN BEBÉ COMO SI FUERA UN PACIENTE ADULTO?
Realmente lo que se hace en esta primera visita al dentista, es que pase con la mamá claramente al sillón dental. Queremos que el bebé se familiarice con nosotros, que tome confianza, que se sienta tranquilo. Lo más importante de la visita es que el dentista para el bebe pueda hacer, con las técnicas pertinentes, una revisión rápida de su boquita. Sólo son unos segundos, y es la madre quien nos ayuda. Es normal que lloren, que griten, que no les guste; pero es necesario comenzar cuanto antes; generalmente, el berrinche les dura unos segundos, y luego se les pasa.
¿CUÁNTA PASTA DENTAL USAR SEGÚN LA EDAD DEL NIÑO?
Desde los 6 meses hasta los 2 años, hay que apenas manchar las cerdas del cepillo con esta pasta, apenas muy poca cantidad. Y cuando ya tienen 2 años o más, usamos la cantidad equivalente a 1 guisante por cada cepillado.