Cepillar los dientes es algo que la mayoría hacemos en modo automático, casi sin pensar y sin prestar la suficiente atención. Lo hacemos 2 o 3 veces al día, pero realmente, ¿nos cepillamos bien los dientes? Vamos a repasar lo más básico e importante sobre el cepillado dental.
- Como mínimo de 2 a 3 veces al día: lo repetimos siempre, no puede ser menos. Después de desayunar, después de comer, y después de cenar. Es muy importante que nos vayamos a dormir con la boca limpia y sin restos de comida.
- ¿Manual o eléctrico? Nosotros recomendamos el manual, pero si se usa correctamente, el eléctrico también funciona.
- Cambiar de cepillo cada 3 meses, también cuando hemos estado enfermos (por ejemplo con anginas), ya que el cepillo va a retener bacterias.
- Pasta de dientes con flúor. Hay infinidad de marcas y tipos de pasta de dientes, lo ideal es usar la que te recomiende tu odontólogo, pues quizá tengas una necesidad especial. En caso de que la quieras comprar tú, asegúrate de que tenga flúor, sobre todo en el caso de los niños.
- ¿Cuánto tiempo? Parece una eternidad, pero debemos emplear 2 minutos. Al principio cuesta, pero todo es acostumbrarse. Perdemos más tiempo consultando nuestras redes sociales, así que no lo des por perdido.
- ¿Cuánta pasta de dientes? Basta con el tamaño de un guistante, no es necesario cubrir todas las cerdas del cepillo como nos muestran los anuncios.
- ¿Cómo se deben cepillar?
Lo recomendable es dividir la boca en 4 sectores: 2 superiores (derecho e izquierdo) y dos inferiores (derecho e izquierdo también).
Así, si son 4 sectores y debemos emplear 2 minutos, tardaremos 30 segundos por sector.
Truco: seguir el sentido de las agujas del reloj, de modo que empezamos cepillando el sector superior derecho, luego el izquierdo, y pasamos abajo: inferior izquierdo, y acabamos en inferior derecho.
En cuanto a la técnica, hay muchas opciones, y cada uno se acostumbra de una manera: lo importante es seguir siempre la misma rutina para no olvidar ningún sector, y sobre todo cepillar desde la encía hacia el diente (no al revés, sino podremos dañarla).
No olvidemos la lengua: es un foco de placa bacteriana, debemos cepillarla de dentro hacia afuera, como parte final de cada cepillado.
Cómo colocar el cepillo: a la altura del borde de las encías, con una inclinación de 45 grados, como podéis ver en la primera foto. Cepillaremos con movimientos cortos, verticales o circulares, NUNCA HORIZONTALES. También es importante que no lo hagamos con demasiada fuerza, porque podemos dañar las encías.