Sea cómo sea tu cepillo dental, debes seguir estos consejos para mantenerlo correctamente:
- Después de cada uso (recordamos, mínimo 3 veces al día), acláralo con agua bajo el grifo para eliminar los restos de pasta dentífrica y de comida.
- Lo ideal es que tengan un cabezal protector perforado: así se mantendrá limpio, evitando que las cerdas contacten otros objetos, y a la vez aireado para que no acumule humedad.
- Guardarlo en posición vertical, así el agua sobrante no se acumula en el cabezal.
- Evita almacenarlo en contacto con otros cepillos de dientes: aunque no lo creas, las bacterias pueden transmitirse de un cepillo a otro.
- Nunca compartas tu cepillo de dientes: ¡no hay excusas! Ni con tus familiares ni con tu pareja.
- Cambiarlo cada 3 meses. Si no recuerdas cuándo lo compraste, basta con mirar las cerdas: si están abiertas y desgastadas, ¡toca cambiarlo!
- Evita que entre en contacto con productos de limpieza, como por ejemplo lejía y otros productos empleados en la limpieza del baño.